Hemos recibido en nuestra redacción una nueva queja que nos retrotrae al caso Apascovi y nos recuerda que no es el único…
Denuncia enviada por M.S.:
Un saludo
He estado leyendo vuestro artículo sobre Apascovi…
Ayer me llamaron de esta fundación para hacerme una entrevista de trabajo. Yo he estado trabajando en dos empresas similares (Fundación garcía Gil del grupo Amás y Aspandi) y os puedo asegurar que son empresas que se mueven por dinero y no por ideales ni objetivos, al principio uno no ve la M… que hay pero poco a poco va viéndose con claridad cuál es la filosofía de estas empresas; gastar poco, despreocuparse de los discapacitados haciendo una mala gestión del centro y de sus recursos (humanos y materiales) y echar a la calle a todo el que haga alguna crítica, a mí por ejemplo …
Pues después de leer vuestro artículo he decidido no ir a la entrevista porque estoy harto de empresas de este tipo,
En estas empresas al final llegas a la conclusión de que estás allí por dinero nada más porque no es posible hacer un trabajo minimamente decente en las condiciones que te dan. No soy el único que ve estas cosas, otros como yo (si no todos) lo ven igual…
La comunidad de Madrid debería hacer inspecciones de más calidad, sobre todo preguntando a los trabajadores en privado, así verían la M… que hay dentro.
Las familias no ven lo que hay y la gente de la calle menos todavía y como los usuarios son discapacitados se callan y lo ven todo normal…
La publicidad de estos centros es siempre muy bonita pero la realidad es bien diferente; dinero, abuso de poder (como decís), falta del buen hacer profesional, etc.
Una vez más, nuestros lectores denuncian y nosotros les ofrecemos un espacio donde hacerlo. Nuestra opinión al respecto ya la conocéis y mientras la gente no se una (trabajadores, padres y familiares) todo quedará siempre en comentarios y quejas pero no solucionarán nada. Es una vergüenza que se abuse de los más necesitados y todo esto debería estar en los juzgados. Animaos, uníos y ponéos en marcha!
Me está resultando muy difícil escribir este artículo. No sólo porque es una historia dura; en esta ocasión, he sido testigo del sufrimiento de una familia que ha visto, impotente, como sus esfuerzos han acabado en tragedia.
Una antigua compañera de estudios me habló de su madre y el padecimiento que llevaba sufriendo desde hacía más de un año. Y entonces conocí a Ángela. Una mujer luchadora que, tras llevar toda su vida cuidando a su familia, se ha visto imposibilitada por algo que todos usamos cada día sin pensar, algo que se ha vuelto tan cotidiano como el pan de cada día: el móvil.
Este preciado aparatito nos ha cambiado la vida a todos. Ya, ni recordamos cuando sólo había teléfonos (sólo teléfonos, entonces no se llamaban ni fijos)… y sólo en algunas casas. El móvil nos ha puesto en contacto continuo con el mundo entero. Miles de millones de wasap lo demuestran cada día. Pero… sabías que tu móvil, cada pocos segundos, realiza un barrido para detectar el repetidor más cercano? ¿Y que, cada vez que hace eso contamina nuestro espacio con radiaciones electromagnéticas? Pero no quiero cebarme con el móvil… las redes wifi, la telefonía inalámbrica…
Ángela y su esposo Ismael antes de la enfermedad
Este exceso de contaminación ya está afectando a las personas (y seguro que a los animales y plantas también). Es curioso porque, según estoy escribiendo, viene a mi memoria un anuncio de una de las empresas de telefonía móvil que, mientras todos los humanos de la casa se conectan al móvil y a internet mientras pasean por las habitaciones, el pobre perrito huye despavorido. Y esto es lo que le ocurría a Ángela: cada vez que un móvil se acercaba a ella, corría despavorida en dirección contraria.
Dolor de cabeza creciente en intensidad y extensión, además de muy peculiar y persistente. Dolor en músculos y articulaciones; irritabilidad, nerviosismo, estrés, angustia; dificultad de atención y concentración; pérdida de memoria, fatiga extrema, insomnio persistente, taquicardias, arritmias, vértigo, náuseas, mareos, febrícula, silbidos (acufenos) y dolor en los oídos, picor en ojos y piel, eritemas y dematosis, depresión, ideas suicidas. Confusión, pérdida de la estabilidad, la orientación y la memoria espacial. Sequedad de las mucosas, sed intensa, poliuria. Enrojecimiento del rostro con sensación de ardor y picores en la piel. Sensación de pinchazos o picotazos en el cuero cabelludo. Sensación de corrientes eléctricas en el interior del cerebro. Adormecimiento de extremidades o de otras partes del cuerpo. Sangrado por la nariz, etc.
Los científicos nos alertan de que si la persona ElectroHiperSensible no evita seguir exponiéndose a los CEM (Campos electromagnéticos), la intolerancia se agrava y puede producir lesiones orgánicas ya irreversibles que desembocan, según la constitución de cada persona, en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o en leucemias y cánceres diversos.
Vaya panorama… ¿verdad?
Pues la vida de Ángela se convirtió en una pesadilla en muy poco tiempo. Y tras los primeros síntomas, el calvario de visitas al médico que, no encontrando ninguna razón física para sus síntomas, la derivó al psicólogo. Ángela terminó tomando antipsicóticos. Pero Ángela no estaba loca. Su dolor era real y su sufrimiento también. Yo la vi este verano, su deterioro era evidente: no podía andar, daba saltitos, se quedaba dormida mientras lo hacía. Su esposo la seguía por todo el salón para sostenerla y evitar que cayera al suelo. Los dolores y quemazón en la garganta y oídos no le permitían ni descansar, viviendo en un estado de ansiedad permanente. No podía hablar bien y, lo peor para ella, ya “no era útil” a su familia. Es increíble ver lo rápido que puede deteriorarse una persona. Sobre todo para ella misma…
Sus hijos Rosi y Ángel, han movido cielo y tierra –me consta- para conseguir ayuda. Una ayuda que nunca llegaba y que el pasado miercoles, 28 de noviembre, hizo que Ángela no aguantara más y se quitara la vida.
No quiero perderme en datos técnicos, quien lo desee puede consultar el siguiente enlace donde encontrará información científica sobre el tema. También puedes ver el documental que encontrarás al final de la nota de prensa que ha publicado la ASOCIACIÓN DE ELECTROSENSIBLES POR EL DERECHO A LA SALUD sobre el trágico final de Ángela.
Pero sí quiero llamar la atención sobre este problema. Los avances tecnológicos nos han hecho crecer como civilización pero, ¿a cualquier precio? ¿de verdad merece la pena cuando lo que está en juego es nuestra salud? Deberíamos parar un momento y ser conscientes de lo que nos estamos haciendo.
La desatención de autoridades competentes es otro de los problemas a los que se enfrentan estos enfermos y que Ángela y su familia vivieron impotentes. Obligados a huir de su propia casa, afectada por altísimos niveles de radiación provenientes de una antena de telefonía situada a 50 metros de la misma. La inadecuada atención de los responsables de salud que no aceptaron el origen de su sintomatología, derivándola como problema psiquiátrico, lo que agravó su situación y padecimiento.
Ángela y su esposo durante la enfermedad
No te engañes, Ángela no es un caso único… me aterra pensar cuántos bebés estarán sufriendo esta enfermedad sin poder expresar sus padecimientos; o cuántos de nuestros hijos están mal diagnosticados como «hiperactivos».
Ahora Ángela ya no sufrirá más. Pero su familia sigue aquí, preguntándose ¿por qué no les escucharon? ¿por qué no les ayudaron?
Este problema es un problema nuestro, de todos nosotros. Las grandes multinacionales que han hecho su agosto vendiendo estos sistemas de comunicación, jamás admitirán que son dañinos para la salud. Nuestros gobiernos sólo se preocupan de recortar nuestros derechos mientras nos hacen esclavos de su mercado.
Conciénciate, o te cuidas tú o ellos no te cuidarán. Comienza con pequeños gestos: apaga el móvil cuando duermas, en tu casa usa la conexión ADSL en lugar de la wifi, cambia tu inalámbrico por un fijo… Al menos, informate bien antes de lanzarte a los anuncios de la tele de cabeza; recuerda siempre que las grandes multinacionales no te van a contar los “efectos secundarios” de sus productos estrella. Quizá aun no te sientas afectado, pero todos recibimos estos campos electromagnéticos.
Rosi, su hija, me comentaba:
Me gustaría tener la esperanza que con Ángela se acabó todo y no va haber más pero por desgracia esto está todavia empezando. Si es verdad que para mi madre y nosotros se acabo la pesadilla. Ahora tendremos que aprender de nuevo a vivir y nos costará porque se nos ha olvidado. Yo empezaré de nuevo a buscar trabajo pues el mio era ocuparme de mi madre…etc. Un nuevo comienzo, no sé me gustaría que me dieran la oportunidad de ayudar a las personas como mi madre de alguna forma, eso si sería bueno.
Toda una lección de solidaridad. Todo nuestro cariño a su familia.
Descansa en paz, Ángela. Deseamos que tu muerte no sea en vano.
Soy un vecino de la colonia Parque Europa de Madrid, desde hace ya bastante tiempo, transitar por las aceras de este barrio, así como cruzar por los pasos de peatones, se ha convertido en misión imposible para personas discapacitadas.
En este barrio aparcar es harto complicado debido al gran numero de vecinos y las casi inexistentes plazas de aparcamiento, obligando a los propietarios de los vehículos a aparcar lejos de sus viviendas; hasta aquí el problema es el mismo de otros muchos barrios de Madrid.
El problema es que aquí, algunos vecinos han decidido hacer de aceras y pasos de peatones sus plazas de aparcamiento, haciendo muy difícil su uso por personas mayores y discapacitadas, obligando a dar grandes rodeos en muchas ocasiones para poder cruzar o debiendo caminar por el medio de la calzada o entre los coches.
En varias ocasiones he requerido la presencia de la Policía Municipal, para que retiren los vehículos que cometen dichas infracciones. Cuando llegan se limitan a localizar al propietario del vehículo para que lo retire, haciendo la vista gorda con el resto de vehículo que en las proximidades se encuentran en la misma situación.
Cuando me he quejado, su respuesta ha sido, que en este barrio el aparcamiento es un problema y que poco pueden hacer, que tendrían que denunciar a medio barrio.
Esta mañana me he dirigido a las dependencias de la Policía Municipal de este distrito, con la intención de hablar con un responsable y hacerle llegar mi malestar por dicha actitud, me han remitido al sargento de la unidad, que en esos momentos se encontraba fuera, según el agente que me ha atendido no había mas responsables de la unidad. He tenido que volver a las tres de la tarde por indicación del agente. En esta ocasión sí he sido atendido en la puerta de las dependencias por un cabo, o al menos eso debo creer pues en ningún momento presentaba ningún tipo de identificación.
Me ha hecho saber, que él también es vecino de este barrio y tiene el mismo problema que los demás para aparcar, que es el primero en dejar su vehículo mal estacionado y que le parecía normal la actuación de sus compañeros cuando hacen la vista gorda ante tales actitudes. En uno de sus comentarios me ha dicho, que a partir de ciertas horas de la noche, no hacen nada, pues la gente ya esta en sus casas, ante mi pregunta de a que horas se refería, me indica que sobre las 22h, es decir, un anciano o una persona impedida no podrá pasear libremente a partir de esas horas pues se supone que los agentes de la Policía consideran que no tiene derecho a hacerlo.
Este problema es diario, prácticamente las 24h del día, pero se agudiza a partir de las 20h, que es cuando la mayoría de los vecinos regresan a sus casas. Cuando las patrullas pasan por el barrio y observan dichas infracciones, miran hacia otro lado, consintiendo dichas actitudes insolidarias con el resto de los vecinos.
Las calles en cuestión son: Fray Jose Cerdeiriña, Fuente del Tiro, Faustino Cordón Bonet y Fuente de Lima.
Por desgracia, el problema que nos plantean es bastante común en nuestras calles. La solución debería empezar por cada uno de los conductores respetando a los viandantes y las normas de tráfico. También los viandantes deberíamos respetar la señalización, por nuestra seguridad y por el ejemplo que damos a los más pequeños.
Evidentemente, que los propios policías municipales cometan las mismas infracciones es muy grave; jactarse de ello nos parece deleznable.
Si vives por la zona objeto de la denuncia y quieres sumarte a la queja, escríbenos a tudenuncias@losbuscavidas.com y te pondremos en contacto con el resto de denunciantes.
Un niño con 14 meses comienza a ponerse en pie para dar sus primeros pasos. Nosotros cumplimos ahora esos 14 meses con vosotros y, al igual que los niños, queremos comenzar a andar…
Nuestro primer paso es nuestra portada. Queremos que no sólo sea una bonita imagen en vuestra retina; queremos darle más utilidad y por eso vamos a dedicarla, cada mes, a una causa de las que no podemos olvidarnos. Serán nuestras denuncias.
Sí, sabemos que hoy, 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de género.
Sí, sabemos que lo normal hubiera sido dedicar la portada de este mes al tema.
Pero hemos pensado: “Este mes todo el mundo lo va a tener presente. ¿No será mejor hacerlo más adelante, para recordarlo?”.
Y… ¡así lo hemos hecho!
Noviembre 2011 - Limpieza general...
Nuestro segundo paso tiene como misión, haceros más fácil vuestros momentos en nuestro magacín. Estamos cambiando y seguimos queriendo crecer con vosotros, por eso son tan importantes vuestras opiniones, comentarios y sugerencias; es por eso comenzamos a cambiar nuestro formato, para que aún sea más sencillo que nos digáis lo que pensáis. Nuestros artículos y entrevistas ya incluirán espacio para vuestros comentarios sin tener que cambiar de página.
Octubre 2011 - ¿Tienes hambre?
Nuestro tercer paso viene acompañado de Nene, una fanática de los bonsáis (y de la pintura…) que quiere compartir con nosotros su experiencia en la cría de estas valoradas miniaturas. Y por eso, estrenamos nueva sección: Naturalis; abierta a todos los amantes de la flora y fauna; ya sabes, si quieres participar, no tienes más que avisarnos.
Tres primeros pasos para crecer: el primero ya está dado, el segundo lo estamos dando y el tercero, lo daremos en unos días. Esperamos sean de vuestro agrado y si no, no tenéis más que decirlo.