Nueva economía… ¿nueva sociedad?

Volviendo la vista atrás

No amigos, no os voy a dar una disertación sobre macro ni micro economía; no es mi fuerte. Yo soy de las de “economía mínima” desde que me independicé de mis padres hace ya…. buff, ¡muchos años!: “sueldo mínimo” y “gastos mínimos”; siendo todo lo demás, “artículos de lujo”, creando “listas de prioridades” cuando he tenido la suerte de cobrar alguna “extra” (sí, de esas que ya no existen salvo en la memoria de los más viejos…). Y no lo digo con penuria; he perseguido mis sueños desde entonces y, aunque ello me haya supuesto vivir con esta “economía mínima”, puedo decir orgullosa que… poco a poco y con mucho esfuerzo, ¡los voy consiguiendo!

Nunca me ha importado prescindir de aperitivos con los compañeros de trabajo, compras con las amigas y copas con la pandilla; tampoco de las vacaciones, viajes de fin de semana o escapadas de puente; ni del móvil de última generación, el coche nuevo, la TV de plasma o el GPS… ¡ni siquiera tengo piso propio!

A cambio de todo eso siempre he trabajado en lo que me ha gustado hasta cuando he querido y, a estas alturas de mi vida, creo haber resuelto la necesidad de “jefe” por el resto de mi vida laboral. Y no creas que no he tenido “vida social”, al contrario, he vivido “reuniones hogareñas” con mis amigos y familiares, siempre he tenido “mi casita” para mí solita (hasta que decidí compartirla con mi pareja) y he seguido disfrutando de mis paseos por el campo cercano a mi casa.

A mí, me ha merecido la pena el cambio. Aunque sólo pueda coger vacaciones en años bisiestos 😉

Dada mi “economía mínima”, siempre he sido una acérrima del trueque y el intercambio; la única pena es que nadie más de mi alrededor creía en él… aun así, he intercambiado mi trabajo por televisores, ordenadores o un apartamento en la playa para pasar las vacaciones. Por supuesto, también por dinero en metálico 😉

En estos años he vivido varias crisis económicas en nuestro país, lo cierto es que ninguna me ha afectado significativamente: cuando uno vive en crisis durante las “vacas gordas”, no nota los efectos durante las “vacas flacas” simplemente, se adapta a la nueva situación.

El caso es que la crisis que vivimos actualmente, está siendo una de las más duras a las que se ha enfrentado este país en toda su democracia. Y no sólo por los millones de parados y desahuciados que está dejando en el camino, ni por la brecha social que está creando; esta crisis económica tambien esta dejando en “entredicho” a nuestras instituciones que están demostrando, día a día, su incompetencia y su falta de escrúpulos y de vergüenza. Está poniendo en duda, por fin, nuestra sociedad consumista.

Ante este panorama, es normal que la gente se “revele” y se “busque la vida” para poder sobrevivir. Y quizá por eso, estamos volviendo a nuestras raíces: pueblos muertos que resucitan, profesiones artesanales que reviven y el trueque de productos / servicios como moneda de cambio. ¡Es lo que hay!

Y con esta idea, comenzaron a surgir por la red montones de páginas donde intercambiar conocimientos, objetos, servicios o cualquier cosa que se nos ocurra. Con la crisis, la idea salió a la calle, primero en plan solidario, como la Gratiferia y después, como forma “alternativa” de ganarse la vida.

El otro día conocí una web, que le da “una vuelta de tuerca” a la idea del trueque; en ella nos proponen un “Banco de Trueque online”. El banco tendría una moneda propia, IBU o Trueque y aboga por una Renta Básica Universal de 1000 IBU’s para cada persona física que tenga cuenta en el banco. Por supuesto sin comisiones, ni gastos.

En principio la idea parece prometedora y hasta, tentadora; facilitando el trueque a aquellos que no dispongan de artículos/servicios para ofrecer. Aunque reconozco que, tras estudiarlo y debatirlo ampliamente mientras preparaba este escrito, al final me surge una duda: qué más da llamarlo Euro, Dólar o IBU, en el fondo es una moneda, y la moneda es la base de la economía actual (esa que pretendemos derrocar por ser injusta y discriminatoria)… al final, ¿no seguiríamos teniendo los mismos problemas (acaparación, especulación, estafas…)?

La idea de una Renta Básica Universal sí me parece interesante y digna de un buen estudio económico… quizá algo así podría reducir las distancias actuales entre el 1er mundo y el “tercero”.

Sinceramente, yo creo que al final, todo se reduce a uno mismo: con un poco menos de egoísmo y un poco más de solidaridad podremos salir adelante dignamente TODOS. En lugar de luchar, colaborar. En lugar de odiar, sentir compasión. En lugar de criticar, siendo toletante. En lugar de explotar, respetar…

Mientras no cambiemos nuestro interior, todos los intentos de cambiar nuestra sociedad, serán vanos.

 

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